Capitulo 1 «El fin»
—¡Despierta!
Era el tono de voz que nunca había escuchado antes.
Ladislao Arpad a quien ella conocía siempre había sido un hombre demasiado relajado.
Dejo la impaciencia en el vientre de su madre.
Siempre mantuvo una postura implacable.
—Vamos, ¡Despierta, princesa! —No hay tiempo que perder
Pero esta vez fue diferente
—¿Qué?
Agnes despertó por unas fuertes manos que agitaban su cuerpo, Tenía sueño así que estaba confundida.
Cuando abrí mis ojos, no logré ver nada en aquella inmensa oscuridad.
—Lord Arpad —es demasiada urgente su visita, los gallos aún no han cantado.
No importa cuántas personas digan estar casadas, no se recomienda visitar el dormitorio de la esposa sin previo aviso.
Es el tipo de cosas que deberían evitarse.
—No hay tiempo, para estár cuestionando princesa.
Me lanzo un paquete desgastado.
Me tendió uno de los viejos paquetes, me preguntaba qué contenía.
—¿Qué es esto…?
Entonces escuché a alguien gritar desde afuera.
a Agnes le bastó con darse cuenta, al observar a su marido que estaba armado, frunció el ceño más rápido que ella.
—Vístete y sígueme de inmediato.
—¿Que diablos está pasando?.
—Las puertas del castillo fueron abiertas.
Agnes contuvo la respiración, su corazón se detuvo.
Ladislao la observó a los ojos con calma.
—No tenemos tiempo.
a veces tenía miedo de mirarlo a los ojos.
Era porque sentía como si todo sobre mi estuviera siendo descubierto y desenterrado.
Desde la primera vez que puse un pie en el castillo hasta este momento.
—¿Qué significa eso? Las puertas del castillo están abiertas, —Estard tiene mil años, ¿No es un intruso?.
—Incluso una fortaleza de mil años está destinada a caer.
Sonrió débilmente para si mismo.
Escuché que el ejército del rey estaba rodeando a Sutmar.
Las personas corrían por los pasillos con expresión preocupada, pero la situación era peor de lo esperado.
Sabía que no era la mejor.
Pero nunca imaginé que las puertas se abrirían tan rápido.
—Apresúrate.
El insistió, fue entonces cuando Agnes se puso lentamente en pie.
Mis ojos aún no estaban acostumbrados a la oscuridad, así que busqué a tientas la ropa de mi marido.
Estaba pérdida, tenía puesta la capa pero no sabía cómo sujetar los cordones.
—aun no terminas de vestirte.
Ladislao hizo un gesto de disgusto y chasqueo la lengua.
Tomo el cordón de la mano de Agnes, que lo sostenía con la mirada perdida, rápidamente con habilidad hacía un nudo.
—¿Te vas?.
Agnes observó su oscuro cabello dorado, mientras trataba de mantener la calma.
Si las puertas están abiertas, no hay muchas opciones es rendirse o escapar.
—De acuerdo irás a Cycloshiro.
—¿a Cycloshiro? —¿Es demasiado lejos?
Es el nombre de una tierra en el sur al que tienes que dirigirte durante dos meses completos a caballo.
Solo escuché sobre rumores, pero nunca estuve ahí.
—En mi lugar, Zoltan irá con la princesa.
—¿Por qué?—pregunte
—¿Cómo que por qué?
El volvió a repetir mi pregunta.
—Si, ¿Por qué debe ir Sir. Zoltán conmigo —¿y tu?
Su mano que estaba sujetando el nudo se detuvo por unos segundos.
—El señor del castillo no pude dejarlo sin vigilancia.
—Oh, ¡Dios!.
Antes de que pudiera discutir, Ladislao terminó de atar la capa de piel de Agnes.
—Ya está hecho, No te olvides de cuidar bien de tu bolsa, hay comida y monedas a dentro, también prepare ropa usada por plebeyos así que cámbiate cuando salgas del castillo.
—Bueno, empaque algunas joyas, pero no las pierdas antes de salir de Sutmar.
—No te deshagas del papel, Tus perseguidores te estarán observando puedes hacerlo.
—Lord Arpad
—Una vez que llegue a Cycloshiro, obtenga un boleto para el archipiélago de Arahan.
Ladislao dijo sin descanso.
—Arpad espera un momento.
—Si vende sus joyas en la isla, puede comprar un pequeño terreno son bastantes caras, así que si los usa con moderación puede durar unos cuantos años y…
—¡Espera espera!
Agnes apenas impidió que Ladislao pronunciara sus palabras que soltaba como un cañón de fuego rápido.
—¿Qué significa eso? —¿Te vas a quedar aquí solo?
—Por supuesto que me quedaré, —¿Adónde voy a ir dejando solo al joven Jimin?
—¿Estás planeando rendirte? —Entonces me quedaré.
—No me rendiré.
Ella abrió la boca ampliamente y luego la cerró en silencio, Ladislao dijo con fuerza una vez más.
—Me quedaré aquí.
Si no era rendirse o escapar, sólo quedaba una opción: Luchar.
Parece que este hombre tiene la intención de luchar contra el ejército del rey hasta el final.
—Lord Arpad…
Han pasado tres años desde que me casé con él, Agnes todavía recuerda vívidamente el día en que lo vio por primera vez.
Era tan alto que tenía mirar hacia arriba con el cuello doblado.
Todos en la familia real son de estatura baja, por lo que Agnes dijo que un hombre con una altura más alta que ella es un gigante que aparece en un cuento de hadas.
Me sentí como si un gigante venía.
—¡Princesa!
Ladislao agarró con fuerza los hombros de Agnes, tragué mis propias palabras.
Sabía lo que significa.
—Pero, pero…
Sacudió la cabeza una y otra vez.
Es evidente que Agnes princesa de Nirhg, se casó con Ladislao, el duque caído de la frontera Occidental, era claramente algo que ella no deseaba
Cuando comenzó el primer ciclo lunar su hermana mayor, la princesa Vivian murió.
El verdadero motivo de la muerte de vivían era su hermano.
Era el príncipe Sebastián, medio hermano de Agnes.
pocos años más tarde su hermano Shabolti quedó permanentemente lisiado era incapaz de caminar para siempre.
Cuando Agnes escuchó la noticia de que Shabolti había quedado paralizado, rápidamente se postró ante Sebastián y pidió misericordia, para poder salvarse.
La madre biológica de Agnes y segunda reina se unió para pedir misericordia.
—¡Por favor, salva a esta pobre princesa! —Príncipe.
Por lo tanto cuando Agnes llegó a la edad adulta, rápidamente se convirtió en la esposa del duque de Arpad.
Sin una celebración adecuada o una gran dote.
—Dame tu mano
Dijo con una mirada severa.
—¿Mi mano?
Agnes extendió involuntariamente su mano derecha.
—No la mano izquierda con el escudo de armas.
Sacó una larga venda de su bolsillo, Agnes le entregó obedientemente la mano izquierda.
—Nunca desates esto, por qué incluso los plebeyos saben que este escudo en tu mano pertenece a la realeza.
Ladislao vendo el escudo con gran agilidad.
Envolvió totalmente el escudo para ocultarlo.
Agnes miro a Ladislao, observó las letras sobresaliente del escudo con expresión de disgusto.
No fue un matrimonio feliz, al menos no lo fue para Agnes.
Sabiendo muy bien que es una tontería esperar la felicidad en un matrimonio real, Agnes esperaba un toque de amabilidad por parte de su marido.
Agnes se lo dijo, esperaba un poco de bondad por su parte.
‘Ahora eres mi compañero y esposo puedes llamarme Agnes’.
Reuniendo todo el valor de su vida recitó esas palabras, bajo la luz de las velas en su primera noche.
—Un título parece ser suficiente para una princesa.
Observo a Agnes que se encontraba sentada en la cama, le dio una mirada inexpresiva y luego salió de la habitación.
Estaba demasiado humillada y avergonzada como para detenerle.
Lamentablemente Ladislao Arpad salió corriendo.
Era un militar pobre, pero era un marido indiferente, era un Señor muy Sabio, pero era el hombre más frío con su esposa.
Después de tres años de vivir como marido y mujer, solo habían pasado unas pocas noches juntos, era posible contarlas con una sola mano.
Sólo recientemente, tras las presiones del consejo sobre un heredero para la sucesión se vio obligado a dormir conmigo.
—¡hermano!
Entonces escuché la voz de un hombre enfadado afuera, golpeó y llamó a la puerta un par de veces.
—Recuerda lo que dije.
Ladislao tomo el equipajes de Agnes sin decir nada más.
Luego la agarró por la muñeca y la condujo fuera de la habitación.
Cuando abrió la puerta, un hombre con una capa gruesa de piel de oso está de pie frente a ella.
—¡Lo descubrí! uno los gemelos abrió las puertas.
—¿Quién es?
—Marron un tipo al que no le importaría entregarnos como comida para perros, mueve la cola bajo el mando de Sebastián.
El rostro de Zoltán estaba lo suficientemente rojo como para ser reconocible en medio de la oscuridad.
Ladislao murmuró el nombre de matrona, segundos después sus ojos se iluminaron.
—Yo me ocuparé de ese bastardo, así que vete ahora mismo con la princesa.
—¿ahora?
—ahora inmediatamente.
Ladislao dijo con fuerza antes de asentir con la cabeza, Agnes se reveló, sacudiendo la muñeca que su marido sostenía.
—¡Me quedaré!
Entonces ambos hombres observaron a Agnes al mismo tiempo.
Los dos hermanos tenían aproximadamente casi la misma altura y parecían gigantes cuando miraban hacia abajo observando a un pequeño enano.
—No seas terca, ¿Qué bien te hará quedarte aquí?.
—¿Qué?
a pesar de su habitual desinterés hacia ella, Agnes sintió una punzada de preocupación en su voz.
—No hay nada que no se pueda hacer
Escupió Zoltán observando a Agnes con una mirada feroz.
Agnes se estremeció ante su mirada fría por unos segundos.
—¡Zoltán!
Ladislao reprendió a su hermano.
—Se acabó, Deja de decir tonterías y abandona el castillo lo antes posible, Tienes que irte de Sutmar antes del mediodía, vamos tienes que irte.
—¡Maldita sea, maldita sea!
Zoltán no pudo contener su mal temperamento y le dio una fuerte patada a la puerta.
La puerta estaba hecha de un enorme árbol de más de cien años, por lo que no se movió en absoluto.
No hice lo que él había dicho.
—¿Por qué quieres contraatacar? Por qué no me envías como ofrenda al rey.
Agnes observó a Ladislao y volvió a decir
—Una vez que me puse a los pies de Sebastián y salvé mi vida, ¿por qué no puede haber una segunda vez?.
El rey atacó al duque de Arpad en nombre de una conspiración rebelde.
Agnes resopló al escuchar esa estúpida razón para atacar.
Esta pobre mansión tiene una tierra estéril y que carecía de productos especiales.
Además, con los frecuentes ataques al ganado por parte de demonios mágicos que rompían con frecuencia las líneas de defensa del norte, Se volvió aún más pobre.
Debido a estas circunstancias, los duques de Arpad siempre fueron pobres.
No podían atreverse a soñar con algo tan costoso como una rebelión.
En cambio se produjo un silencioso frío ante la propuesta de Agnes.
Tanto Zoltán como Ladislao mantuvieron la boca cerrada, como si hubiera algo pegajoso en sus bocas.
—Vamos, llévatela rápido.
Ladislao empujó suavemente el hombro de la princesa.
—¡Lord Arpad!
—¡Vamos, princesa!
Zoltán tiró bruscamente del dobladillo del abrigo de Agnes.
La sostenía con tanta fuerza que luchó con brazos y piernas, tratando de mantener el equilibrio.
—¡Suéltame! Yo también soy la dueña de este castillo, —¡No pienso huir así!.
Cuanto más se esforzaba en resistirse, más arrugaba el rostro Zoltán, esto estaba lleno de disgustos y problemas.
—Mi esposa.
Ladislao dejó escapar un largo suspiro, Agnes dejó de balancear sus brazos y piernas en el aire por un momento.
Su marido guardó silencio y volvió a establecer contacto visual con su esposa.
Agnes parpadeó con dificultad, al observar sus ojos verde oscuro, de alguna manera todo en ella se tensó.
—ahora, ¿qué acabas de decir?.
Esa fue la primera vez que el la había llamado esposa.
La razón por la que nunca la llamé así.
Fue por qué siempre desprecie el linaje real
Como dije, ya que era una princesa siempre la llamé así.
Ella sabía que el duque no la recibiría.
Era una princesa obligada a obedecer las órdenes del rey, sin un rostro hermoso ni un buen dote.
Me vi obligado a casarme con la princesa por orden del rey, cuanto más pensaba en ella más me preguntaba qué pensaba ella del duque de Arpad, lo que yo pensará ella podría adivinarlo.
—Por favor, manténgase saludable
—¿Por qué me miras así…?
Agnes no pudo terminar su frase.
Todo se nubló
Incapaz de superar el repentino impacto por el golpe en su cuello, perdió la consciencia y su cuerpo se derrumbó en un instante.
Zoltán la levantó como un saco de patatas, colocándola encima de sus hombros.
Los hermanos intercambiaron una breve mirada.
No fueron necesarias otro tipo de despedida.
Los labios de Zoltán temblaron, luego se dio la vuelta y se alejó, Ladislao los observó alejarse durante un largo tiempo.
Esa fue la última aparición de Ladislao con vida.
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